Artículo publicado en HOMELESSHOTSPOTS y firmado por Scott (el texto fue publicado en 2015, pero se redactó en 1995). Traducido por Frog2000.
La primera vez que pude ver a Cristina Martinez fue mientras estaba trabajando en en un local de la cadena de helados Haagen-Dazs de Washington, DC. Tenía trece años. Su colega de trabajo, un agitado joven en plan “Georgetown Punk” que ahora es más conocido en todo el mundo como Henry Rollins, estaba ocupado aplastando una radio detrás del mostrador, por lo que Cristina se apresuró a servirme. Se estaba riendo de forma incontrolada, y me acuerdo de que llevaba un pin de los PIL, así que le pregunté si le gustaría cantar en mi grupo. “No, gracias,” me dijo, “Voy a convertirme en una estrella.” Mucho después, quince años más tarde, Cristina y sus compañeros de grupo en Boss Hog se codeaban con luminarias del rock and roll como PJ Harvey, Beck y los Beastie Boys durante la celebración del lanzamiento de su nuevo álbum en el sello DGC de Geffen.
Siendo todavía una hiperactiva adolescente que vivía con su abuela en el distrito de Anacostia de Washington D.C., Cristina escuchó hablar de su futuro novio Jon Spencer gracias a varios rumores propagados en la escena punk rock: al final se conocieron a través de un par de gemelos peinados a lo mohawk que se llamaban Liz y Lil, de los Type-O´s. En ese momento Jon tocaba la guitarra y cantaba en un nuevo combo ruidoso llamado Pussy Galore. Tres meses después de su formación, el grupo empezaría a tocar en todos los club de rock de D.C. y sentiría que era un "callejón sin salida" y una "ciudad llena de perdedores". Pussy Galore decidió trasladarse a la ciudad de Nueva York después de escuchar el consejo de un viejo amigo, HR, el cantante de los Bad Brains. (Como si fuese una señal, el mismo día en que se marcharon de Washington, un crítico de la prensa local que trabajaba para el Unicorn Press se refirió a ellos como "la peor banda que he visto jamás.")
Poco después de mudarse a la ciudad, Cristina se unió oficialmente a Pussy Galore para ganar la apuesta de la cantante / guitarrista Julie Cafritz. "Básicamente [Julie] me dijo que no tenía las agallas necesarias para subirme al escenario, y en realidad no las tenía, pero en ese momento no podía dar marcha atrás o empezaríamos a pelearnos", recuerda Cristina. La banda se ganó rápidamente una reputación gracias a unas actuaciones en directo tremendamente desiguales. En palabras del entonces componente de los Misfits, Glenn Danzig, "Cuando acertaban estaban muy bien, pero tío, cuando la cagaban... daban mucho asco..." A lo largo de varios años la banda lanzó varios EPs y álbumes, incluyendo "Pussy Gold 5000", "Right Now!" y el famoso cassette con "Exile on Main Street", que ahora se ha convertido en una pieza de coleccionismo underground valorada en más de 500 dólares.
Al mismo tiempo, un obrero alemán llamado Jens Jurgensen estaba intentando construir brazos mecánicos totalmente funcionales en el sótano de su okupa de Berlin Occidental. Un día, un amigo se trajo una cinta de contrabando con Throbbing Gristle por un lado y Pussy Galore por el otro. Jens se quedó tan impresionado por el sonido que cuando Pussy Galore se fue de gira por Europa durante el siguiente invierno, llevó uno de sus brazos mecánicos a su concierto en Berlín y estrechó la mano de Jon Spencer con él. Le dijo a Jon que planeaba irse a Nueva York el próximo otoño para asistir al Instituto Pratt de Diseño, y los dos acordaron, según palabras de Jens, "integrar procesos". Sin embargo, la estancia de Jen en el Pratt duró muy poco: "Una serie de actos conceptuales" durante sus dos primeros meses lograron que fuese expulsado por vandalismo, aunque él sigue manteniendo que solo fue un error por parte de la administración. Tres días más tarde se unió a los Swans como tercer bajista.
Mientras tanto, Pussy Galore se separaban por culpa de una acalorada disputa centrada en cierta suma de dinero (5.000 dólares), las circunstancias que lo rodean siguen sin estar claras. Jon Spencer empezó a pluriemplearse en siete bandas diferentes, incluyendo a los Gibson Brothers, Live Skull y Born To Lose. En el calor del momento, Cristina y Jon montaron Boss Hog para ocupar un hueco en la programación del CBGBs después de una cancelación de última hora. (El nombre de la banda, "Boss Hog," proviene de una revista sobre motociclismo, no del programa de televisión titulado "Dukes of Hazzard", como generalmente se piensa.) Para su sorpresa, la banda se convirtió en una sensación instantánea, suceso que puede que en parte estuviese motivado por la decisión de Cristina de realizar su primer concierto como cantante completamente desnuda.
Un buen número de componentes pasaron por la banda hasta que por fin terminó consolidándose. Sus primeros lanzamientos fueron un cassette EP en 1989 titulado "Drinkin’, Letchin’ and Lyin" y el CD "Cold Hands" de 1990, donde contaron con la "All-Star" compuesta por Kurt Wolff, Pete Shore, Charlie Ondras y Jerry Teel. Sin embargo, los ánimos comenzaron a estallar, y como consecuencia de las numerosas peleas entre la "All-Star", Jon y Cristina decidieron desechar la formación por completo y la sustituyeron por Jens al bajo y un batería sin nombre. En opinión de Cristina, una ventaja importante del sonido de "motosierra directa" de Jen era que eliminaba la necesidad de un guitarrista adicional, dejando "un ego menos y una persona menos a la que pagar."
Con el tiempo la parlanchina Hollis Queens sería reclutada para reemplazar al anónimo batería, que terminó convirtiéndose al budismo. Hollis estaba trabajando vendiendo cristales de cuarzo en una tienda de magia cercana a la Universidad de Nueva York cuando conoció a los miembros de Boss Hog en un bazar. A pesar de que nunca había tocado la batería antes, un ex novio de la banda de hardcore neoyorquina Cro-Mags le había regalado un set para su cumpleaños (completo y con una gran mancha de sangre en el bombo); pero lo más importante fue que mostró una actitud inusualmente positiva que el grupo consideró que podía ser una ventaja. Después de algunos ensayos Hollis se subió a bordo. En este punto, comenta Jon, finalmente Boss Hog empezó a sentirse "más como una banda y menos como un supergrupo de rock independiente."
En 1993, Boss Hog alcanzó un punto de inflexión con el lanzamiento de su CD "Girl +". No sólo fue el CD más aclamado por la crítica, sino que la banda sintió que había comenzado a distanciarse del interminable desfile de bandas "tipo" Amrep entonces tan en boga. Para crear su propio estilo, la banda sacó inspiración de diversas fuentes como la tendencia de los años 80 de "negatron punk" (Flipper, The Birthday Party), el fresco R & B de los 70 (J. J. Walker All-Stars), Devo y Public Enemy. Además, Boss Hog comenzó a alejarse de su anterior estética directa al ojo basada en la "sexploitation" y la cambió por un enfoque más suave y "glamuroso". Gracias en parte a una mini-gira en la que presentaban "Girl +", el CD vendió un montón de copias.
El primer lanzamiento de Boss Hog en el sello DGC de Geffen estaba producido y mezclado por el enigmático Steve Fisk, y representaba otro gran paso adelante para la banda. Boss Hog se movía vivamente por toda una vertiginosa gama de estilos musicales y líricos. Si bien todavía seguía basándose en el estilo "clásico" catatónico-y-con-sexo-zombie-que-va-de-mal-en-peor de Boss Hog, el nuevo álbum mezclaba la temática punk rock con el crooning sentimental, extraños temas reverberantes y una pieza de terror neo-gótico ("Texas"). Las letras de las canciones trataban sobre el amor y las relaciones salpicadas de puñados de angustia y anomia, además de aquel pasaje sobre vómitos de gato. En la actualidad, Boss Hog está planeando una gira para este otoño, posiblemente con otras bandas, sean los Necros de Ohio, Blind Melon o Yoko Ono.
La primera vez que pude ver a Cristina Martinez fue mientras estaba trabajando en en un local de la cadena de helados Haagen-Dazs de Washington, DC. Tenía trece años. Su colega de trabajo, un agitado joven en plan “Georgetown Punk” que ahora es más conocido en todo el mundo como Henry Rollins, estaba ocupado aplastando una radio detrás del mostrador, por lo que Cristina se apresuró a servirme. Se estaba riendo de forma incontrolada, y me acuerdo de que llevaba un pin de los PIL, así que le pregunté si le gustaría cantar en mi grupo. “No, gracias,” me dijo, “Voy a convertirme en una estrella.” Mucho después, quince años más tarde, Cristina y sus compañeros de grupo en Boss Hog se codeaban con luminarias del rock and roll como PJ Harvey, Beck y los Beastie Boys durante la celebración del lanzamiento de su nuevo álbum en el sello DGC de Geffen.
Siendo todavía una hiperactiva adolescente que vivía con su abuela en el distrito de Anacostia de Washington D.C., Cristina escuchó hablar de su futuro novio Jon Spencer gracias a varios rumores propagados en la escena punk rock: al final se conocieron a través de un par de gemelos peinados a lo mohawk que se llamaban Liz y Lil, de los Type-O´s. En ese momento Jon tocaba la guitarra y cantaba en un nuevo combo ruidoso llamado Pussy Galore. Tres meses después de su formación, el grupo empezaría a tocar en todos los club de rock de D.C. y sentiría que era un "callejón sin salida" y una "ciudad llena de perdedores". Pussy Galore decidió trasladarse a la ciudad de Nueva York después de escuchar el consejo de un viejo amigo, HR, el cantante de los Bad Brains. (Como si fuese una señal, el mismo día en que se marcharon de Washington, un crítico de la prensa local que trabajaba para el Unicorn Press se refirió a ellos como "la peor banda que he visto jamás.")
Poco después de mudarse a la ciudad, Cristina se unió oficialmente a Pussy Galore para ganar la apuesta de la cantante / guitarrista Julie Cafritz. "Básicamente [Julie] me dijo que no tenía las agallas necesarias para subirme al escenario, y en realidad no las tenía, pero en ese momento no podía dar marcha atrás o empezaríamos a pelearnos", recuerda Cristina. La banda se ganó rápidamente una reputación gracias a unas actuaciones en directo tremendamente desiguales. En palabras del entonces componente de los Misfits, Glenn Danzig, "Cuando acertaban estaban muy bien, pero tío, cuando la cagaban... daban mucho asco..." A lo largo de varios años la banda lanzó varios EPs y álbumes, incluyendo "Pussy Gold 5000", "Right Now!" y el famoso cassette con "Exile on Main Street", que ahora se ha convertido en una pieza de coleccionismo underground valorada en más de 500 dólares.
Al mismo tiempo, un obrero alemán llamado Jens Jurgensen estaba intentando construir brazos mecánicos totalmente funcionales en el sótano de su okupa de Berlin Occidental. Un día, un amigo se trajo una cinta de contrabando con Throbbing Gristle por un lado y Pussy Galore por el otro. Jens se quedó tan impresionado por el sonido que cuando Pussy Galore se fue de gira por Europa durante el siguiente invierno, llevó uno de sus brazos mecánicos a su concierto en Berlín y estrechó la mano de Jon Spencer con él. Le dijo a Jon que planeaba irse a Nueva York el próximo otoño para asistir al Instituto Pratt de Diseño, y los dos acordaron, según palabras de Jens, "integrar procesos". Sin embargo, la estancia de Jen en el Pratt duró muy poco: "Una serie de actos conceptuales" durante sus dos primeros meses lograron que fuese expulsado por vandalismo, aunque él sigue manteniendo que solo fue un error por parte de la administración. Tres días más tarde se unió a los Swans como tercer bajista.
Mientras tanto, Pussy Galore se separaban por culpa de una acalorada disputa centrada en cierta suma de dinero (5.000 dólares), las circunstancias que lo rodean siguen sin estar claras. Jon Spencer empezó a pluriemplearse en siete bandas diferentes, incluyendo a los Gibson Brothers, Live Skull y Born To Lose. En el calor del momento, Cristina y Jon montaron Boss Hog para ocupar un hueco en la programación del CBGBs después de una cancelación de última hora. (El nombre de la banda, "Boss Hog," proviene de una revista sobre motociclismo, no del programa de televisión titulado "Dukes of Hazzard", como generalmente se piensa.) Para su sorpresa, la banda se convirtió en una sensación instantánea, suceso que puede que en parte estuviese motivado por la decisión de Cristina de realizar su primer concierto como cantante completamente desnuda.
Un buen número de componentes pasaron por la banda hasta que por fin terminó consolidándose. Sus primeros lanzamientos fueron un cassette EP en 1989 titulado "Drinkin’, Letchin’ and Lyin" y el CD "Cold Hands" de 1990, donde contaron con la "All-Star" compuesta por Kurt Wolff, Pete Shore, Charlie Ondras y Jerry Teel. Sin embargo, los ánimos comenzaron a estallar, y como consecuencia de las numerosas peleas entre la "All-Star", Jon y Cristina decidieron desechar la formación por completo y la sustituyeron por Jens al bajo y un batería sin nombre. En opinión de Cristina, una ventaja importante del sonido de "motosierra directa" de Jen era que eliminaba la necesidad de un guitarrista adicional, dejando "un ego menos y una persona menos a la que pagar."
Con el tiempo la parlanchina Hollis Queens sería reclutada para reemplazar al anónimo batería, que terminó convirtiéndose al budismo. Hollis estaba trabajando vendiendo cristales de cuarzo en una tienda de magia cercana a la Universidad de Nueva York cuando conoció a los miembros de Boss Hog en un bazar. A pesar de que nunca había tocado la batería antes, un ex novio de la banda de hardcore neoyorquina Cro-Mags le había regalado un set para su cumpleaños (completo y con una gran mancha de sangre en el bombo); pero lo más importante fue que mostró una actitud inusualmente positiva que el grupo consideró que podía ser una ventaja. Después de algunos ensayos Hollis se subió a bordo. En este punto, comenta Jon, finalmente Boss Hog empezó a sentirse "más como una banda y menos como un supergrupo de rock independiente."
En 1993, Boss Hog alcanzó un punto de inflexión con el lanzamiento de su CD "Girl +". No sólo fue el CD más aclamado por la crítica, sino que la banda sintió que había comenzado a distanciarse del interminable desfile de bandas "tipo" Amrep entonces tan en boga. Para crear su propio estilo, la banda sacó inspiración de diversas fuentes como la tendencia de los años 80 de "negatron punk" (Flipper, The Birthday Party), el fresco R & B de los 70 (J. J. Walker All-Stars), Devo y Public Enemy. Además, Boss Hog comenzó a alejarse de su anterior estética directa al ojo basada en la "sexploitation" y la cambió por un enfoque más suave y "glamuroso". Gracias en parte a una mini-gira en la que presentaban "Girl +", el CD vendió un montón de copias.
El primer lanzamiento de Boss Hog en el sello DGC de Geffen estaba producido y mezclado por el enigmático Steve Fisk, y representaba otro gran paso adelante para la banda. Boss Hog se movía vivamente por toda una vertiginosa gama de estilos musicales y líricos. Si bien todavía seguía basándose en el estilo "clásico" catatónico-y-con-sexo-zombie-que-va-de-mal-en-peor de Boss Hog, el nuevo álbum mezclaba la temática punk rock con el crooning sentimental, extraños temas reverberantes y una pieza de terror neo-gótico ("Texas"). Las letras de las canciones trataban sobre el amor y las relaciones salpicadas de puñados de angustia y anomia, además de aquel pasaje sobre vómitos de gato. En la actualidad, Boss Hog está planeando una gira para este otoño, posiblemente con otras bandas, sean los Necros de Ohio, Blind Melon o Yoko Ono.